martes, 26 de mayo de 2009

CELOS ENTRE HERMANOS


El sentir celos es una situación natural, que tiende a surgir por sí misma. Los celos infantiles son uno de los problemas más antiguos de la humanidad. No hay que provocarlos. Los celos entre hermanos son un fenómeno natural consecuencia de la rivalidad que se establece entre ellos. Se les debe prestar atención cuando alteren la convivencia y sean persistentes.
La rivalidad está potenciada por:
• La necesidad de atraer la atención de los padres o de tener más atención que otro u otros hermanos.
• La comparación con el hermano y la necesidad de sentirse superior al otro.
• El deseo de conseguir más cosas o privilegios que el hermano.Los padres no pueden evitar los celos de sus hijos, ya que éstos dependen directamente de la propia capacidad de tolerancia y compresión de cada niño, de su “manera de ser”.

Lo que si pueden hacer es potenciar una relación sana entre hermanos y reducir discusiones hasta un nivel aceptable.


LAS CAUSAS


Surgen en un afán por tratar de conservar de manera exclusiva todo el afecto de uno o ambos progenitores. El niño quiere todo el afecto para él y no quiere compartirlo con nadie.Cuando llega un nuevo integrante a la familia, el niño se siente “destronado” por este “intruso” que entra en su casa. Comienza a ver que se le da menos atención y cuidados que antes, que su mamá ya no tiene tanto tiempo para jugar ni estar con él, porque está más ocupada con el bebé o está cansada.Otra causa importante se produce cuando los niños son más grandes y perciben en los padres ciertos favoritismos hacia algún hermano. Se relacionan mejor con él, hay mayor contacto y en esto influye el carácter que el niño tenga. Cuando el niño no es visto como una persona con características propias y únicas puede provocar celos en él. Los padres no perciben las diferencias que hay entre los hijos y se refieren a ellos en forma similar y general: “niños a acostarse”, “niños a comer”, “para la Navidad el mismo regalo para todos”.


CÓMO SE MANIFIESTAN


El niño puede imitar conductas del bebé: se hace pis en la cama, pide que le den de comer con biberón, que le pongan pañales… Otros pueden volver a hablar de una forma más infantil, a chuparse el dedo, a exigir que su madre le devuelva su chupete, e incluso su lugar en una sillita de paseo y que le dé de comer a la boca otra vez.
Llama continuamente la atención: tiene rabietas, pataletas, se pelea con otros niños, hace travesuras. Muestra desprecio hacia el bebé e incluso intenta dañarle. Se vuelven más desobedientes, más rebeldes, y más agresivos al punto de llegar a morder y/o golpear a su nuevo hermanito, quitándole los juguetes u otros objetos, molestándole en cuanto tenga una oportunidad. Deja de comer, empeora en los estudios, tiene pesadillas. Otros se vuelven llorones, y se pegan a la falda de la madre en el intento de llamar su atención y de no perderla. Se sienten débiles, cómo si ya nadie se importase con ellos. Se reprimen y se vuelven profundamente tristes. Se niegan a comer, a jugar con los amigos, se niegan a todo, tomando una actitud rencorosa con sus seres queridos como forma de reprocharles por haber centrado su atención y cariño en el otro hermano.


Son reacciones normales de la crisis que está atravesando. Y no hay mucho que hacer en estos casos. Ni alarmarse por lo que hacen, ni regañarles. Esta es su protesta y hay que comprenderla con paciencia y muchísimo cariño. Sólo se debe prestar atención a los celos cuando alteren la convivencia y sean persistentes.


PAUTAS PARA ACTUAR


Durante el embarazo
Es importante que informen a su hijo sobre lo que va a ocurrir. De esta manera se adaptará a los acontecimientos con mayor facilidad. Es un buen momento para que le cuenten que su madre estará más cansada, qué significa tener un nuevo hermano y sobre todo, que no se le va a dejar de querer porque llegue otro miembro a la familia. El niño les hará preguntas sobre el tema. Esto es algo positivo, ya que sabrán cuáles son sus sentimientos y preocupaciones, y podrán ayudarle a resolver sus dudas. Esto no quiere decir que deban hablar continuamente sobre el tema.

Su hijo se ha de sentir partícipe de lo que está sucediendo; para ello pueden pedirle su opinión a la hora de buscar un nombre, dejarle que sienta las primeras patadas en el vientre de su madre, pedirle ayuda para cuando nazca el bebé.
Para que no se sienta de lado y lejos de su protagonismo, pida su opinión sobre la habitación del hermanito, sobre los colores, los juguetes que él le dejará, etc. Hay que explicarle que su hermano va a quererle mucho y que él podrá cuidarle y protegerle. Y que además le enseñará muchísimas cosas.
Es necesario, a partir del quinto o sexto mes de embarazo, cuando ya se ve la tripa grande, que tu hijo empiece a comunicarse con su hermano a través del ombligo de la mamá. Pídale que cante su música favorita a su hermanito o que le cuente un cuento antes de dormir.

Cuando mamá está en la maternidad

Le han de explicar que, aunque su madre va a permanecer unos días en el hospital, él va a estar bien atendido y no se le va a abandonar. Siempre que sea posible, la madre, antes de irse, debe despedirse de su niño. Y pedirle que cuide bien de la casa durante el tiempo que esté ella en el hospital. Conviene asegurar que la persona que le va a cuidar venga a vuestra casa. El niño se sentirá más seguro. No se debe olvidar de explicar al niño los motivos de algunas ausencias, y compartir con él todo lo que esta pasando. Aunque esté en el hospital, llámale por teléfono para preguntar sobre sus actividades. El papel del padre, en estos momentos, debe ser aún más visible. Y cuando sea posible, que el niño vaya a visitar a su madre y a conocer a su hermanito en el hospital. Un detalle importante: si puedes, es bueno que lo recibas con un regalo en el hospital, y dile que fue su nuevo hermanito que le ha traído.


Regreso a casa
El momento de la vuelta a casa es el que exige más tacto. Demuestre alegría al volver y encontrar todos juntos otra vez. Demuestre interés y escucha todo lo que el mayor cuente sobre los días que estuvo sin la madre en casa. Hágale saber que ahora la familia será aún más feliz. El niño necesitará de la seguridad y la confianza de sus padres. Otra cosa es avisar a las visitas para que le presten atención a él y no sólo al recién nacido.
Es importante que no se cambie la rutina del niño tras el nacimiento del hermano. No olvidarse de las costumbres que tenías antes del otro bebé. Si hay que hacer un cambio, se debe hacerlo antes de que nazca el otro bebé. No olvides de jugar con el mayor, de estar en la mesa a la hora de comer, cenar, de prepararle su merienda preferida, de permitirle que se acurruque en tus brazos. Busca que el momento que tenías solo con él no se altere. Por ejemplo, no te olvides del cuento a la hora de dormir,... esas cosas. Otra cosa importante es planificar las actividades familiares y tener muy en cuenta aquello de "Todos para uno y uno para todos". Que la familia sea un trabajo de equipo.

Es importante reforzarle cuando mantenga una actitud positiva hacia el pequeño; esto potenciará que este comportamiento se repita.
El niño está adquiriendo un nuevo papel en su vida: hermano mayor. Haga que se sienta orgulloso y responsable de este nuevo "puesto" permitiéndole hacer cosas "de mayores" y que se adecuen al mismo tiempo a su edad (por ejemplo, le pueden dejar que coma en la mesa con los adultos, que se acueste un poco más tarde, ....).

Una de las mayores rabietas entre hermanos viene dada cuando el pequeño rompe algún juguete del mayor. Evite esta situación no permitiendo que el bebé coja
los juguetes de su hermano, a no ser que éste mismo sea quien se los deje.

AGENDA

Se envían dos prácticas de matemática, una de sumas y la otra de restas, ya han sido calificadas y puestas al registro. Por favor los alumnos que estuvieron sacando notas de B o C, hacerlas nuevamente esas sumas en el cuaderno. También las restas. Por favor sólo los ejercicios que hicieron mal.
El libro de matemática se quedó en clase para corregir. Se manda una ficha de matemáticas para el cuaderno para hacer en casa, problemas.
En comunicación no hay tarea.