lunes, 4 de mayo de 2009

MES DE MAYO, MES DE MARÌA


El territorio del Perú está regado de santuarios marianos. Lo mismo ocurre en el resto de los pueblos hermanos. El Papa Juan Pablo II llamó a la Virgen “Madre de América”. Fue con ocasión de poner a los pies de la imagen de la Virgen de Guadalupe la exhortación apostólica “Ecclesia in America”.

Antes, en Puebla, los Obispos de América Latina enseñaban: “La Iglesia peregrina en estas tierras mira al motivo central de su fe y de su identidad: el Señor Jesús. Y al hablar del Hijo, aparece la Madre de América Latina, María”.

La devoción filial a la Virgen ha ido creciendo a lo largo de los dos milenios de vida cristiana. El Señor Jesús, desde lo alto de la Cruz, la inicia cuando dice a todos, en aquel que es el apóstol fiel por excelencia: ¡Hijo, ahí tienes a tu Madre! Al hablar así desde la Cruz revela el misterio de la maternidad espiritual. Ella, ¡la Madre de Dios!, como la llamó el Concilio de Éfeso, es ¡Madre nuestra! Jesús nos señala a María y nos invita a recibirla como Madre. Es su Testamento de amor.

Hay en ello un programa de vida para el viador que siente en su corazón la nostalgia del encuentro con el Padre. Cada hecho, cada palabra del Señor es iluminación del sendero que nos conduce a la Casa del Padre. El amor filial a María, nuestra Madre, es una senda magna para llegar a la conformación con Jesús. La Iglesia lo enseña así, y los fieles atesoramos esas enseñanzas con la mente y el corazón.

Todos nuestros pueblos americanos reservan un mes del año para celebrar a María, aunque no en todos sea el mismo. Ella es camino plenificador al encuentro con Jesús. Todo empieza por ese acto misericordioso del Gólgota. “Por Cristo a María y por María, más plenamente al Señor Jesús”. Se trata de un proceso de amorización que, iniciado en la fe, va al Corazón Inmaculado para remitirse al Sacratísimo Corazón de Jesús.

El Concilio Vaticano II señalaba que algunos tienen “una excesiva estrechez del espíritu, cuando se trata de la dignidad de la Madre de Dios”. Cuatro décadas después se podría repetir algo semejante. Me contaron hace algunos años que un conocido intelectual se acerca a un obispo y le dice: “Monseñor tengo un problema que necesito resolver”. “Diga usted”, responde. “Entre todas las vírgenes, la del Carmen, la Merced, María Auxiliadora, y otras más cuál fue la Madre de Jesús”. Parece broma, pero no lo es. Hay quienes, lamentablemente, a pesar de muchos laureles del mundo se encuentran sumidos en una oscura ignorancia en relación a la fe. El obispo le respondió: “Sólo hay una Virgen Madre de Dios, que recibe muchos nombres. Se llaman advocaciones. Todos esos nombres se refieren a la misma persona, María de Nazaret, Madre de Jesús, Señor y Dios nuestro”.

Así como esa persona hay no pocas. También hay incomprensión y muchas veces agravios, de quienes se acercan a la fe de la Iglesia con una actitud intolerante, fundamentalista, racionalista –que no es lo mismo que racional-, u orgullosa. Por ignorancia de las enseñanzas eclesiales se cometen burdos errores. Pero lastimosamente encontramos también inauditas y ofensivas afirmaciones en agresivos inquisidores anticatólicos.

Sin embargo el Pueblo de Dios, con una fe aprendida en el hogar y categorizada en el Catecismo, comprende el don inmenso que el Señor Jesús nos hizo al darnos a María como Madre, y así verla como modelo de las madres. En María resplandecen las virtudes, escuela para los hijos de la Iglesia.

La amorosa misión maternal de María continúa hoy como ayer. Por ello en el Perú, pueblo católico, el mes de mayo es el mes de María. Mes de fiesta, de oración, de rosarios, de amor filial, de solidaridad familiar y social.

AGENDA
Lleva varias calificaciones para ser firmadas y archivarlas en el folder.
Mañana exámen de Personal Social, estudiar sólo el cuaderno, leer y entender. No hay que preocuparse con los datos, es decir como si fuera exámen de CTA, que hay que saber partes o conceptos, más bien, tener claro las ideas de convivencia, valores, que valores se practica, como y que son las normas, que hacer con las normas de convivencia, que son los derechos, cuales son los derechos que tienen el niño, sólo saber los más importantes.
Gracias.
Dios los bendigan.