martes, 3 de noviembre de 2009

LA TRANSICIÓN DE LOS 9 A LOS 10 AÑOS


Los diez años ocupan una posición interesante y altamente significativa en el conjunto del desarrollo humano. Ellos marcan la culminación de una década de desarrollo básico iniciado en el periodo prenatal. Una década de vida adolescente se abre ahora ante sus ojos.

La transición de nueve a diez generalmente tiene lugar sin tropiezos bruscos, de forma paulatina y constante. Los cambios cotidianos en su gran mayoría pasan inadvertidos. A veces pueden darse, sin embargo, viajes repentinos y gramáticos. A su debido tiempo se hace perceptible un adelanto de la madurez en el comportamiento, las actividades, las emociones e ideas; bienes que hasta entonces habían sido estimados profundamente, son dejados a un lado. Los niños pueden abandonar su revólver de juguete y las historietas infantiles; las niñas, sus muñecas de papel. Se observa una amplitud cada vez más grande de los gustos e intereses, que se deja sentir en las relaciones interpersonales en el hogar y en la escuela y, de manera más privada, en el creciente yo interior del niño.

Sus periodos de atención suelen ser tan cortos intermitentes como las frases de sus ejercicios de redacción: pero son numerosos, variados y denotan un afán de conocimiento de un amplio radio. Esta amplitud constituye un antecedente evolutivo de las actividades ulteriores de profundización. No es extraño que le guste hablar, mirar, leer y escuchar, más que <>. Se trata en este caso de una receptividad activa. Es una edad óptima para la educación por medio de la televisión.

Casi podría decirse de los diez años que constituyen una edad deportista, no porque el niño demuestre un interés especial por sobresalir en los deportes, sino por el puro placer que experimenta en la simple actividad física de correr, trepar, saltar, tirarse por un tobogán. Patinar, montar en bicicleta. Ahora más que nunca siente la capacidad imperiosa de utilizar sus grandes masas musculares. Su energía ha alcanzado un nivel superior. Pero, fiel a su naturaleza equilibrada, también encuentra placer en ejercicios menos violentos.

EL APRENDIZAJE EN UN NIÑO (A) DE 9 A 10 AÑOS (DESARROLLO COGNITIVO)

Prima la actividad intelectual sobre la motríz, es decir el niño en esta edad debe ser perceptivo para tener noción de diferentes clases de figuras. Capta el argumento de un texto logrando asociar y diferenciar ideas. Empieza a tener una conciencia más objetiva de la realidad, por tanto puede empezar ya para terminar los 10 años asociaciones abstractas. Pasa de la memomoria mecánica o repetitiva a la intuitiva y asociativa.

Muchos de estos niños no logran correctamente balancear de acuerdo a su edad el desenvolvimiento de aprendizaje correcto a su respectivo desarrollo cognitivo propio de los 9 a los 10 años. Pueden originarse por diversos motivos que pueden ser madurativos, familiares y no ser autónomo.

Este último punto es el que más se observa en los niños de esta edad ya que los padres mayormente por creer que el hijo tiene que hacer todo lo que el padre diga, deja que el niño ejerza su propia voluntad y pierda por ende, su autonomía. Así que al escalar un peldaño más en su desarrollo evolutivo falla por inseguridad y baja autoestima acarreado más por una sobreprotección paternal que por otra situación externa.

Me explico, cuando un niño falla, señalamos el problema al motivo circunstancial del momento es decir: problema familiar de los padres, problema de entendimiento con el maestro (a), problemas de sociabilidad con sus compañeros, etc. Pero la base del problema existente es la culpa de los padres de no haberlos dejado crecer en sus debidos momentos.

Reflexionemos...


TAREAS

EJERCICIOS DE ECUACIONES EN EL CUADERNO DE MATEMÁTICA.