miércoles, 4 de noviembre de 2009

PSICOLOGÍA DE LA CONDUCTA


El niño al nacer presenta dos tipos de conductas:

• De naturaleza no refleja
• De naturaleza refleja

Son reflejos relacionados con la visión, la zona bucal, las extremidades,
etc.., como consecuencia de estímulos concretos y que guardan relación con
mecanismos básicos de defensa y supervivencia.

A la respuesta que da el niño en estos casos, lo llamamos respondiente,
éstas están controladas por los estímulos que la preceden. Se presenta un
estímulo y hay una respuesta. Esto es así cuando el niño es física y
psicológicamente normal. Cuando ante un estímulo no se produce la respuesta, el niño tiene algún tipo de deficiencia.

La respuesta operante es distinta a la respondiente, ya que la respuesta
operante no es provocada por un estímulo. Están controladas por los
estímulos que la siguen, que hacen que se fortalezca o debilite la
respuesta. No se crea ninguna respuesta, sino que se fortalezca la que ya
existe.

El aprendizaje se entiende como una serie de modificaciones o cambios
comportamentales de un organismo, que dan lugar a la adquisición de
determinados conocimientos o habilidades.

El condicionamiento operante refuerza o extingue la respuesta, y ello se
consigue empleando estímulos positivos o negativos , que seguiran a la
respuesta según deseemos aumentarla o disminuirla. Mientras que el castigo
(retirada de un estímulo positivo o presencia de uno negativo) probablemente
disminuirá la respuesta.

Mediante programas de reforzamiento se pueden reforzar conductas débiles en
niños deficientes y/o extinguir las que sean patológicas. Los programas
visuales se dividen en:

• Simples : Puede ser continua ( cada respuesta es reforzada) o intermitente
( de razón o intervalo, para ambos de un modo fijo o variable).
• Compuestos: Combinación de programas simples. Para estos niños deficientes ocurre a menudo que una respuesta que ya
debería de haberse dado, no ha aparecido, por lo que es imposible
reforzarla, por lo que se aplica lo que se conoce como " moldeamiento por aproximaciones sucesivas". Se trata de ir reforzando sucesivamente
respuestas que se acerquen a la conducta que se desea que aparezca , hasta que ésta se de y se refuerza.

Cuando el niño ha aprendido una determinada conducta, el refuerzo deja de
ser necesario y se puede ir eliminando progresivamente.
Hay estímulos que para algunos niños tienen valor de recompensa y para otros
no. Existen unos que se consideran primarios ( hambre, sed..) y otros
secundarios. De lo que se trata es de descubrir los reforzadores
potenciales, es decir, los que son efectivos, concretamente para el niño y
para la conducta que queremos reforzar. Los reforzadores primarios e deben
utilizar cuando el niño es pequeño, y los secundarios cuando el niño es algo
mayor.

Un refuerzo sigue temporalmente a la respuesta que se desea reforzar por lo
que el factor tiempo es de gran importancia. Puesto que como abundan los
estímulos diversos previos a la respuesta es posible que sin querer, estemos
reforzando un tipo de conducta distinta a la que queremos establecer. Por
ello, el refuerzo debe ir lo más próximo posible a la respuesta que se desea
reforzar.

Otra complicación al respecto es la generalización, que se produce cuando
reforzamos una respuesta, e indirectamente se refuerzan otras parecidas.
Para estos casos se deben estudiar programas capaces de establecer la
diferencia, esto puede conseguirse de diversos modos. Uno de ellos podría
ser por medio del condicionamiento de una respuesta incompatible.
Algunas veces parece que un estímulo es el que provoca una conducta, pero no es así. Los estímulos que preceden a una respuesta (y al principio eran
neutrales) al estar presentes antes de producirse la respuesta reforzada,
hay más probabilidad que se produzca la respuesta ante ellos que ante otros.

Éstos son los estímulos discriminativos.

El programa de reforzamiento regular o continuo se suele usar al principio
de una situación de aprendizaje, y consiste en reforzar la respuesta cada
vez que el sujeto la emita.

El reforzamiento variable o intermitente se usa cuando el sujeto ha
adquirido una respuesta, y sirve para mantener la conducta.
Podemos encontrar conductas indeseables que están muchas veces reforzadas por los adultos. Es el ejemplo de de la típica pataleta para llamar la
atención, y para ello los niños se ponen insoportables. Siendo la respuesta
de los adultos variable, unas veces de condescendencia y otras de castigo,
teniendo así un reforzamiento intermitente que dificulta más a la hora de
extinguir esa conducta que si fuera continua, ya que cuando se sabe cual es
el reforzador que mantiene una conducta inadecuada, suspendiendo ese
reforzador, la conducta inadecuada se puede extinguir.
Cuando ese método no da resultado, se emplea la pérdida de atención (no
prestarle atención durante un tiempo, se retiran los estímulos y se intenta
volver a la tarea inicial).

Por último otro método que podemos señalar es el reforzamiento de conductas
incompatibles": el castigo para eliminar conductas indeseables, muchas veces
produce el efecto contrario, ya que se convierte en reforzador en lugar de
debilitador.

TAREA

Lleva exámen de CTA, PS Y COMUNICACION para ser firmadas y presentar mañana.
Lleva 05 problemas para resolver en el cuaderno de matemática (de decimales).
Practicar lectura oral en comunicación, (el texto al escoger que sea ameno y llame la atención del alumno).